Le llamó poderosamente la atención aquel pequeño arbolito que crecía feliz entre la nada , seguro de querer estar vivo ya desde semilla enterrada en tierra. Se acercó y acarició su copa,sabiendo que esa copa tocaría las nubes, ¿Cómo no iba a ser así? nunca había visto un árbol con más determinación que aquel.Con la mano aun rozando la espesa capa verde, levantó la vista y miró el bosque, percibió el orgullo de sus mayores, aquel pequeño arbolito, valiente arbolito, abría camino a otros que se unirían a él para cubrir de vida la tierra que por derecho les pertenecía.
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