Tantos años en el mismo lugar le habían convertido en una botella más de la estantería, o esa era la sensación que tenia a veces. Hasta tal punto conocía cada detalle que hasta era capaz de adivinar el provecho que el cliente de aquella casa de licores iba a darle a la botella adquirida: para quitar las penas, para celebrar algo, para relajar el ambiente...
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