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imagen de Jose Luis Oficial |
Esa tarde el médico confirmó sus temores se trataba de un tumor alojado en la parte del cerebro que controla el sistema afectivo, se podía operar, solo había un pequeño problema, perdería la memoria a largo plazo , tenía tres días para comunicar el hecho a sus seres queridos . Esa misma tarde se fue junto al mar, el mar siempre le había dado calma,serenidad para pensar. Disfrutó de la puesta de sol a medias porque le comezó a obsesionar la idea de que después de la operación sería incapaz de recordar que le gustaban las puestas de sol y mientras se producía el increíble ocaso se planteó la gran cuestión ¿Debía confesar lo que realmente sentía por ella? Le daba miedo hacerlo, pero si no lo hacia ese sentimiento se esfumaría para siempre....el ocaso se produjo y apretando las manos deseo fervientemente tener el valor para confesarse o el valor para afrontar las consecuencias de no hacerlo, de repente sintió su cálida mano en el hombro, ella le beso en la frentey mirandolo a los ojos le aseguro estar totalmente segura de que no olvidaría ese beso y su significado, sin más se dió la vuelta y se fue. Tardó en volver a verla pero cuando la vió recordó de pronto que le gustaban los ocasos.
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