lunes, 14 de marzo de 2011

sonidos


En ausencia de un gran olfato y gusto, con una visión no muy aguda, combinado con el tacto  el oído era su sentido más desarrollado, capaz de percibir las más ínfimas vibraciones sonoras, el oído era el único sentido que conseguía centrarla. Ciertos sonidos la trasladaban a su planeta, solo por ella habitado , otros hacían que una corriente eléctrica recorriera todo su cuerpo, a veces los sonidos le hacían estremecerse de dolor y otras de placer, lo cierto es que una resonancia jamás la dejaba indiferente... incluso en ocasiones escuchando atenta una conversación no lograba entender las palabras porque los sonidos que se producían la trasladaban fuera  de la realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario