jueves, 17 de marzo de 2011

mi guitarra



Tanto tiempo juntas, en tantas ocasiones mi único consuelo, refugiada en sus seis cuerdas era la única manera que tenía de sentirme plena. Durante años me acompañó cantando, incluso alguna canción pude sacarle de mi alma, luego se tornó clásica y disciplinada y ahora vuelve a tentarme con acordes simples y canciones suaves susurradas al oído del que sonría al mirarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario