En aquel instante , rodeada de gente se quedo sola en una de sus pequeñas ausencias, ella solía llamarlas entradas al Reino , allí vio una tela bordada con formas caprichosas y colores infinitos, era su vida.Se dio cuenta de que cada una de las cosas que le sucedían, iban formando un dibujo cada vez más complicado,incluso difícil de entender, tremendamente hermoso.
Cuanto más precisas eran las puntadas , cuanto más pensadas y trabajadas, más hermoso era el resultado.En aquel momento se propuso firmemente,se prometió a si misma, no dar una sola puntada más al azar, meditaría cada elección del hilo , visualizaría cada trazo en la tela y calcularía con precisión cada diseño. Cada hilo sería tratado como único, cada puntada la daría como se da la primera ... con mimo y emoción.
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